Ubicado en piso 19 con vista panorámica de la ciudad, desde donde además se ve la confitería Las Violetas, icono histórico del barrio de Almagro.

Se trata del departamento de un joven profesional que pasa gran parte del día fuera del hogar, y puesto que sus dimensiones eran reducidas debía garantizarse la comodidad y funcionalidad.

Para el área de estar comedor se utilizó la madera como material básico. Se eligió un cómodo futon que hace las veces de sofá y eventual cama, armado con almohadones en pana y géneros en tonos habano y negro. Esa madera está presente en la mesa de café, cuya tapa es una bandeja laqueada, y en dos bancos rústicos a modo de puff, delimitados por un kilim con diseño de bandas en degrade de colores. Para el área de comer, donde eventualmente se trabaja, se ubico una mesa, también en madera con tapa de cristal, acompañada por sillas Eiffel negras del diseñador Eames.

Su reciente Incursión en el mundo del arte, se refleja en la elección de un gran cuadro apoyado en el piso con las calles de new york, y coronando la mesa, la obra Impulso de la artista plástica Tania Rapoport enmarcada en la misma madera elegida para toda la deco.

La cocina y el baño fueron actualizados. Para ambos casos, se diseñaron mesadas en mampostería, revestidas en microcemento alisado, cuya paleta de color es la misma que se repite a lo largo de todo el departamento. En el caso del baño se eligió grifería monocomando de líneas rectas.

Se actualizo el hall, generando un sector de trabajo, y una vitrina diseñada por el estudio que rememora a las antiguas vitrinas de farmacia para alojar una colección de vajilla antigua.

En el cuarto, el color predominante es el gris que se repite en la ropa de cama, almohadones y tapizado. Asi como también, en el tono laqueado de la antigua cómoda de herencia familiar. La iluminación está dada por dos lámparas Tolomeo, una de ellas de pared.