Este proyecto fue puro y exclusivamente de diseño interior donde no hubo obra de ningún tipo. Se trató de un departamento a estrenar, de líneas modernas. La premisa fundamental era darle identidad a un espacio pequeño que iba a ser habitado por una persona mayor, sola, donde se debía lograr un mix entre los muebles existentes y el nuevo mobiliario elegido, y en todo momento se debía lograr un espacio femenino, agradable y cálido.

La pared principal del espacio fue revestida con rafia natural, la misma servirá de marco para el juego de comedor estilo inglés y un sofá chaise longe tapizado en cuero . Sobre la pared lateral en la que respalda la chaise longe, elegimos un revestimiento en paños de espejos biselados, tonalizados color bronce, dispuestos en forma vertical, travados a mitad de paño. Una side table alargada separa entre este revestimiento y dicho sofá. Un duo de mesas de café en caña malaca y tapa de raiz constituyen el plano de apoyo del estar.

Los tonos predominantes del espacio son el beige, el marrón chocolate y el bronce. Los mismos se repiten en los hilados de la carpeta shaggy que fueron elegidos especialmente para ese espacio.

La iluminación está dada por dos plafones de resina que dan una luz indirecta, cálida como complemento del área de comedor, una lámpara de pie de línea moderna.

El cuarto secundario se destinó a escritorio y cuenta con una cama diván en caso de recibir huéspedes. Un escritorio moderno con tapa de cristal y estructura de hierro patinada al acido, definen el espacio de trabajo, junto a la clásica silla Aluminum de los diseñadores Charles & Ray Eames.

Para el palier de acceso, se eligió un papel tapiz geométrico que sirve de apoyo a la consola y espejo gota.